sábado, 5 de noviembre de 2016

Bienvenidos a La Batalla de Tiamat y Marduk


 Hola mis queridos alumnos y lectores.

 Me llamo Fernando de la Riva, soy Profesor de Secundaria y he decidido crear este blog con los siguientes objetivos.

 - Fomentar la Lectura de textos históricos o de fuentes secundarios
 - Explicar a través de estos textos los acontecimeintos históricos o la mitología de las culturas y civilizaciones precedentes.
 - Hacer un blog participativo y colaborativo abierto a estudiantes de instituto.
 -  Responsabilizar a los alumnos de la periodicidad de un blog y de su mantenimiento.

 He elegido este extraño título porque es uno de los acontecimientos que relata el Enuma Elish, un texto babilónico que narra la creación del mundo y la mitología de los dioses de Mesopotamia.

La derrota y la muerte de Tiamat  (estracto del Enuma Elish)

 El Señor salió y emprendió su marcha; hacia Tiamat, enfurecida, enderezó su rostro. Entre sus labios sostenía un conjuro;  una hierba para destruir veneno llevaba apretada en su mano. Entonces a sus lados formaron círculos los dioses, a sus lados formaron círculos; los dioses, sus padres, formaron
círculos a sus lados, a sus lados los dioses formaron círculos.

 El Señor se aproximó para escudriñar el interior de Tiamat, de Kingu, su esposo, para percibir el designio. Observó, y su paso se volvió desconcertado, su voluntad se dispersó y se
desordenaron sus actos. Y cuando los dioses, sus auxiliares, que iban a sus lados,
 vieron (así) al valiente príncipe, confusa se hizo su visión. Tiamat emitió un gri[to],
no desvió su cuello; en sus labios salvajes [para que] el señor de los dioses se levante contra ti. ¿Es en tu residencia en donde ellos se han reunido (o) en tu residencia?”. formulaba desafío; “Demasiado [impor]tante eres tú

 En ese momento el Señor, [levantan]do la Tromba, su arma poderosa, [a] la furibunda Tiamat arrojó la siguiente palabra: “En cuanto a ti, te has elevado, te has enaltecido arrogantemente; has encargad o a tu propio corazón de promover conflicto, de tal manera que los hijos rechazan a sus propios padres
al mismo tiempo que tú, que los has dado a luz, perjuras el amor. Has designado a Kingu para esposo tuyo; el rango de Anu, en derecho no suyo, se lo has conferido. Contra Anshar, rey de los dioses, procuras lo malo; [contra] los dioses, mis padres, has afirmado tu malignidad.   [Aunque] aderezadas se hallen tus fuerzas, ceñidas tus armas, acércate; que tú y yo nos encontremos en combate singular”.

 Cuando Tiamat escuchó esto, quedó como poseída; la razón la abandonó. Enfurecida, Tiamat gritó agudamente. Hasta sus raíces, las piernas le temblaban ambas juntas. Ella recitó un conjuro, lanzó su encantamiento, mientras los dioses de la batalla afilaban sus armas. Entónces trabaron encuentro Tiamat y Marduk, el más sapiente entre los dioses, compitieron en combate singular, acerrojados en batalla.

 El Señor desplegó su red para envolverla; al Mal Viento, que detrás de él venía, lo desató contra el rostro de ella. Cuando Tiamat abrió la boca para consumirlo, él introdujo en ella al Mal Viento, de modo que ella no cerró los labios. Al cargar sobre su vientre los vientos impetuosos, su cuerpo se expandió, y su boca quedó ampliamente abierta. Él soltó la flecha, ésta desgarró su vientre, cortó a través de sus entrañas, hendiendo el corazón. Habiéndola subyugado así, extinguió su vida. Derribó su cadáver, y se puso de pie encima de él.

 Después de que hubo muerto a Tiamat, la capitana, su banda se demolió, se desmenuzó su tropa; todos los dioses, sus auxiliares, que iban a sus lados, temblando de terror volvían sus
espaldas de un lado para otro con el fin de salvar y conservar sus vidas. Estrechamente cercados, no pudieron escapar. Los hizo cautivos y aplastó con sus armas. Arrojados dentro de la red, se encontraron a sí mismos atrapados; colocados en celdas, fueron colmados de lamentación. Porque llevaban en ellos su furor, fueron aprisionados y engrillados.
 Y a las once hechuras que ella había revestido de terror, a la banda de demonios que impe[tuosamente] marchaban delante de ella, (Marduk) los aherrojó en cadenas, vigorosamente aprisionó sus miembros. No obstante toda su resistencia, (los) arrolló bajo sus pies. Y a Kingu, que había sido hecho caudillo entre ellos, lo ligó y lo entregó en guardia a Uggae.

 Le qutó las tablillas de los destinos, en derecho no suyas, (las) selló con su sello y fijó(las) sobre su pecho. Después (le que hubo vencido y sojuzgado a sus adversarios, (que), corno a un toro, hubo subyugado al jactancioso enemigo, (que) completamente hubo establecido el triunfo de Anshar sobre el enemigo, (que) el deseo de Nudimmud hubo ejecutado, el valiente Marduk reforzó su sujeción sobre los dioses dominados y retornó a Tiamat, a la que había vencido. El Señor pisoteó las piernas de Tiamat; con su maza implacable machacó su cráneo. Cuando las arterias de su sangre hubo cortado, el Viento del Norte se llevó (esa sangre) a lugares irrevelados. En viendo esto, sus
padres quedaron gozosos y jubilosos; trajeron regalos de homenaje, de ellos a él.

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